Canje de deuda por acciones climáticas: la propuesta en tendencia para proteger el medio ambiente

Durante su posesión, el nuevo presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, propuso al Fondo Monetario internacional (FMI) cambiar la deuda externa del país, por la ejecución de acciones contra el cambio climático.

Esta propuesta, si bien llamó la atención de gran manera, no es nueva; los canjes de deuda por clima se han propuesto durante mucho tiempo como una fuente alternativa de financiación climática para los países en desarrollo. De hecho, el año pasado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Glasgow, países de todo el mundo mencionaron el tema teniendo en cuenta las consecuencias económicas postpandemia.

Los canjes consisten en la condonación de la deuda bilateral o multilateral por parte de los acreedores a cambio del compromiso del deudor (el país) de utilizar los pagos pendientes de la deuda para programas nacionales de acción climática. En resumen, es un mecanismo para fomentar las iniciativas conservacionistas en los países en desarrollo, al mismo tiempo que reducen el pago de su deuda.

En los canjes, la deuda externa es comprada por agentes del sector privado o gobiernos amigos del país deudor a menor precio, y la intercambian por inversiones en moneda nacional para financiar actividades de conservación. Adicionalmente, permite que los países deudores les den un aliento a sus economías.

Este mecanismo es usualmente apropiado para países con problemas financieros y que tienen dificultades para reembolsar su deuda externa. Los ingresos generados por los canjes suelen ser administrados por fondos fiduciarios locales para la conservación o el medio ambiente y los acreedores pueden ser gobiernos de países desarrollados, bancos comerciales o incluso empresas privadas.

Estos canjes tienen el potencial de transformar una deuda en oportunidades para reducir la vulnerabilidad climática e implementar proyectos para mitigar los impactos del cambio climático. Ofrecen un flujo de financiamiento predecible para proyectos de adaptación a más largo plazo o desarrollo de capacidades para los cuales puede ser difícil asegurar otros tipos de financiamiento climático.

Desde su creación, los canjes se han aplicado en más de 30 países del mundo. El mayor canje de deuda por naturaleza ocurrió en Polonia en 1992, en donde se intercambiaron US $3 mil millones de deuda al Club de París por concesiones ambientales.

Aunque los canjes de deuda por naturaleza han perdido popularidad desde la década de 1990, todavía se emplean de forma innovadora en todo el mundo. En 2018, las Seychelles colaboraron con la ONU y Nature Conservancy para condonar US $21,6 millones de su deuda. Fue el primer canje de este tipo que se enfocó en la conservación de un ecosistema marino; y actualmente estamos viendo una tendencia para que vuelvan a ganar popularidad.

Ahora, si bien la implementación de los canjes lograría un avance significativo en las políticas medio ambientales de los países en desarrollo, la ONU publicó un informe en 2017 en el que se revisaba el mecanismo y se evaluaban sus beneficios y riesgos. El documento concluye que, aunque los canjes pueden mejorar la posición crediticia de un país y conceder a su gobierno acceso a servicios financieros para el desarrollo económico y social, los riesgos e ineficiencias asociados a los acuerdos de canje mal aplicados pueden ser significativos. Los canjes pueden tardar años en negociarse, lo que puede resultar caro. Los retrasos aumentan el costo de las operaciones, e incluso después de un minucioso proceso, las negociaciones pueden no llegar a una conclusión satisfactoria.

En conclusión, su implementación requiere de esfuerzos concertados de todo el gobierno incluidos sólidos estudios de prefactibilidad, fuerte capacidad fiscal, compromiso con la transparencia y credibilidad internacional del gasto interno y un programa de gastos que sea atractivo para todo el gobierno. Con cautela y determinación, los canjes son una opción realista para algunos países y puede desempeñar un papel importante en la integración del medio ambiente en las políticas gubernamentales y en el financiamiento ambiental a nivel global.

Sobre Ambire Global

Ambire es una empresa innovadora fundada en 2020 que brinda consultoría en finanzas sostenibles, economía circular y cambio climático en más de 14 países. Tiene su sede en India y Colombia y está ampliando sus servicios para apoyar la transición hacia un mundo justo y neutral en carbono a través de soluciones eficientes y personalizadas.

Verónica Zambrano

Veronica is a social communicator and journalist from the University of La Sabana, with emphasis on political communication and international journalism. She has experience and is passionate about the design and implementation of external and internal communication strategies and corporate social responsibility. For the last 5 years, Veronica has worked with the oil and gas industry and the development of strategies to support sustainable initiatives and the energy transition process in the country through stakeholders and government entities engagement.

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